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Carolina De la Ossa, la egresada del SENA Atlántico que ve en la panadería, un arte

El SENA regional Atlántico destaca la historia de una egresada que ve en la panadería la oportunidad de hacer arte. Se trata de Carolina De la Ossa, quien hace 11 años soñó con emprender junto a esposo Luis Fernando Ballestas.

La idea de un negocio propio significaba la oportunidad de crecer como familia y poder ayudar a otras personas. “Nosotros no teníamos ni idea de cómo hacer pan; es más, los primeros panes quedaban tan duros que pasaba un carro encima y se espichaba. Nos motivó que queríamos tener nuestro negocio y desarrollarnos como empresarios”, dijo Carolina.

Fue así como ambos, profesionales en Administración de Empresas, comenzaron a hacer pan desde su casa y con ayuda de un instructor del SENA se tecnificaron en el oficio.

“Adecuamos una parte de nuestra casa y empezamos a hacer pan. Hice unos cursos en el SENA sobre buenas prácticas y de procesos básicos. Luego contratamos a un profesor, casualmente el instructor del SENA, y él nos enseñó a tecnificarnos y a estandarizar los procesos desde el principio”, afirmó.

Para ese entonces, vendían los productos en la puerta de su casa y el negocio comenzó a crecer poco a poco. “Luego nos pasamos a un local pequeño y seguimos aumentando las ventas hasta este momento que tenemos nuestra panadería con cinco empleados”.

Hace dos años a través de una oferta especial con la Cámara de Comercio de Barranquilla, se formó en el SENA como Técnico en Panificación, logrando afianzar y desarrollar nuevos conocimientos en el oficio de hacer pan.

“Eso fue una bendición porque no solamente nos ayudó a afianzar lo que ya sabía, sino que me dio una certificación y me ayudó a desarrollar nuevos conocimientos. El SENA me ayudó muchísimo a darme el empujón que necesitaba para crear y para innovar en procesos, productos,

en marketing y costos; nos ayudó mucho a organizarnos a nivel de producción”, señaló.

Hoy, la Panadería Carolina de la Ossa es un negocio con una amplia variedad de panes integrales, tipo gourmet y tradicionales. “Nuestro plus es que para cada pan nosotros tenemos una receta, eso nos diferencia de las demás panaderías, donde normalmente se hace una sola masa y se distribuye. Además, no adicionamos colorantes ni aditivos ni conservantes, es un pan 100% artesanal”, precisó.

Para Carolina, la panadería es un arte que le permite poner a volar su creatividad. “Ser panadera es un arte, el pan es un arte. Además de ser muy importante en la canasta familiar, no es aplicar no solamente los conocimientos químicos que puede tener las reacciones en el producto, sino también las formas de hacerlas y tener la creatividad para combinar todos los ingredientes”.

Se visiona siendo una panadería reconocida a nivel nacional e internacional, para ello cuentan con la ayuda de su hija profesional en Negocios Internacionales, quien ya trabaja con ellos.

“El mensaje que les puedo dar a los aprendices y emprendedores, es que los sueños se hacen realidad, hay que luchar poniendo en práctica todo lo que hemos aprendido en una entidad como el SENA dando un 100% y más para lograrlo”, finalizó Carolina De la Ossa.

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