SMART CITIES: Las ciudades del futuro con la IA
La tecnología ha tenido un impacto enorme en la forma en que vivimos y experimentamos dentro de nuestras urbes. El futuro promete ser cada vez más interconectado y lleno de tecnología, lo que hace crear una alta expectativa sobre cómo serán las ciudades del mañana, desde el punto de vista de la sostenibilidad, la automatización, la conectividad, la experiencia del ciudadano con su entorno urbano.
Mientras más se da la migración del humano de sus zonas rurales hacia los centros urbanos, se hace más necesario mejorar la eficiencia de las ciudades en todos los aspectos que tienen que ver con inteligencia artificial, tanto de infraestructura como de convivencia, regulación, democratización, ética, sostenibilidad, salud pública, seguridad. Se estima que hacia el año 2050 habrá alrededor de 6.600 millones de personas habitando en en ciudades y centros urbanos de cierto tamaño, lo que hará que, a mayor población, más tendencia a dificultar el control por parte de las autoridades. Se habla mucho de los beneficios de la IA pero hay que implementar una normativa y leyes para poner límites a los inventos y nuevas costumbres.
De todos modos el futuro se ve muy atractivo y prometedor para cualquier asentamiento urbano que pretenda ser una Smart City, donde cada individuo utiliza la inteligencia artificial para su beneficio y el de su entorno.
¿QUÉ ES UNA SMART CITY?
No se trata de un mundo lleno de robots; las SMART CITIES son ciudades inteligentes gracias a la aplicación de Tecnologías de la Información y la Comunicación a través de la ‘Internet de las cosas’, que ya se apoyan en la Inteligencia Artificial (IA) para administrar eficientemente la ciudad al recoger y procesar información de los habitantes y las infraestructuras de la ciudad, facilitando y haciendo más eficiente el consumo de recursos y potenciando la economía adaptando la IA a las necesidades del entorno urbano.
En una Ciudad Inteligente debe tenerse en cuenta y cuidar tanto los medios con los que se recopila la información y se procesa, como la forma en que se usa esa información. Uno de los grandes retos en los próximos años es realizar este esfuerzo de conectar una gran IA con otras más pequeñas y que todos los ciudadanos estén alineados y conscientes del uso y responsabilidad de cada uno de los dispositivos o métodos con sus pros y contras.
LA DOMÓTICA: Facilita la vida en el hogar, permitiendo la interconexión digital entre casas y redes urbanas reduciendo la “huella ecológica”: mejoras en los servicios públicos, reciclaje, etc., con el mayor ahorro económico y de recursos.
SEGURIDAD: La IA podría prevenir y controlar situaciones de orden público o delitos mediante la vigilancia, iluminación inteligente, sistemas de alarma, identificación biométrica o facial, sensores de movimiento o acceso, mejorando la respuesta en resolución de problemas, inclusive en la prevención y manejo de desastres naturales.
TRANSPORTE Y MOVILIDAD: Otro tema que puede mejorar es la organización de los sistemas de transporte y movilidad con el machine learning y la Big Data en semáforos, ambulancias, bomberos y cualquier elemento de prevención de desastres o accidentes. Los vehículos eléctricos serán lo común, al igual que se masificarán las vías para peatones y ciclistas, se crearán redes de transporte inteligente para reducir la cantidad de trancones o atascos.
EMPLEOS: Así como paulatinamente en el tiempo han ido desapareciendo ciertas profesiones y oficios porque se inventaron máquinas capaces de suplir el trabajo humano, van a aparecer nuevas apuestas tecnológicas para reemplazar otras para las que hoy se hace necesario que una persona las ejecute y serán los procesos de automatización los que transformarán la forma de trabajar de millones de personas que tendrán entonces que adaptarse a laborar remotamente o ejecutar tareas que programen y controlen a las máquinas. Si unos empleos quedan obsoletos, igual se crearán otros.
MEDIO AMBIENTE: La IA aportará a las smart cities soluciones tecnológicas en energía para reducir emisiones de gases de efecto invernadero y alcanzar una revolución en la sostenibilidad ambiental. Los edificios serán diseñados con eficiencia energética y materiales amigables con el ecosistema, techos y cubiertas verdes, jardines verticales y similares.
CONECTIVIDAD: La Internet of Things (IoT) y la tecnología 5G no solo mejorarán las comunicaciones sino también monitorearán la calidad del aire. La realidad aumentada (AR) puede proporcionar información contextual en tiempo real sobre ubicaciones, señalización, servicios diversos, entre otras cosas.
TRANSFORMACIÓN DEL ESPACIO PÚBLICO Y LA EXPERIENCIA DEL CIUDADANO: La experiencia humana en el entorno urbano cambiará mediante más espacios verdes y parques con arquitectura adaptable a cambios según las ocasiones o necesidades de aforo o actividades, con accesibilidad e inclusión para personas en cualquier situación de capacidad motriz o edad.